El Sindicato de Periodistas de Andalucía conmemoró el 1 de Mayo en la calle, contra la reforma laboral y por unas condiciones laborales y profesionales dignas para todos los profesionales de la Comunicación. El SPA ha participado en las movilizaciones en las 8 provincias, con mayor presencia en Sevilla y Granada.

Mañana 3 de Mayo el SPA celebrará el Día Mundial de la Libertad de Prensa con el envío de sendas cartas desde la Subdelegación del Gobierno de las 8 provincias al presidente del Gobierno de España con las reivindicaciones de los periodistas y pidiéndole que legisle para solventar una situación que acabará con el periodismo y tendrá graves consecuencias para nuestra democracia. La misma carta será enviada también al presidente de la Junta de Andalucía.

Por otro lado, el SPA se sumará a todas las manifestaciones convocadas contra la precariedad y por unas condiciones laborales dignas en todas las redacciones.

En la manifestación del primero de mayo de Granada se recorrieron las principales calles de la capital en un ambiente en el que los participantes mostraban su preocupación por la destrucción imparable de empleo y el empeoramiento de las condiciones laborales.

Más de 6.000 puestos de trabajo destruidos en los medios de comunicación durante los últimos tres años y mayor precariedad para quienes aún conservan un empleo han encendido todas las luces de alerta en una profesión que se degrada día a día y donde se están saltando todas las líneas rojas en temas como la ética profesional y la libertad de expresión.

Bajo el lema “Mi precariedad es tu desinformación” los afiliados del Sindicato de Periodistas de Andalucía en Granada quisieron dejar patente su protesta ante el alarmante estado de una profesión que tiene objetivo salvaguardar el derecho de la ciudadanía a recibir una información honesta, veraz y plural. Las presiones sobre los periodistas, el intento de manipulación por parte del Gobierno para volver a convertir la Radiotelevisión Pública en un medio de comunicación del partido en el poder, el fantasma sobre la privatización o desaparición de las televisiones autonómicas y la ausencia de un marco legal para regular la profesión, están llevando a los periodistas a movilizarse para reclamar el reconocimiento de una labor cada vez más desprestigiada.