La secretaria General del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA), Lola Fernández, participará mañana miércoles, 23 de enero, en la primera reunión de la Mesa Sectorial de Medios de Comunicación convocada para debatir la situación por la que atraviesa la profesión periodística en los últimos años en los que la destrucción de empleo ha expulsado a miles de profesionales del mercado laboral. La sucesión de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) unida a la desaparición de medios de comunicación y el goteo de despidos en casi todas las empresas periodísticas ha llevado al sector a una situación muy grave en la que se ha puesto también en juego el derecho de la ciudadanía a recibir una información veraz, plural y contrastada.

La máxima responsable del SPA, recientemente reelegida por tercera vez consecutiva en el IV Congreso que la organización celebró el pasado 10 de noviembre en Córdoba con el apoyo unánime de toda la afiliación, acudirá a esta reunión acompañada de Guillermo Polo, responsable de Universidad en la ejecutiva regional, para aportar su experiencia en la defensa de los periodistas y poner el acento en la necesaria recuperación de una actividad en la que sus profesionales cada vez se ven más presionados por los beneficios empresariales que se anteponen a la práctica ética diaria.

La convocatoria, auspiciada por la Gestora del Colegio de Periodistas de Andalucía, ha sido enviada también a productoras, representantes empresariales, asociaciones profesionales, sindicatos, universidades y administración autonómica en un intento de constituir un marco de diálogo entre todos los actores implicados para encontrar soluciones a la crisis que sufre el sector de los medios de comunicación. El lugar escogido ha sido la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.

La actual situación económica ha agravado aún más las malas condiciones en las que los periodistas desarrollan su actividad con la reducción del importe de las colaboraciones recibidas por quienes trabajan “a la pieza”, el aumento de la jornada laboral, la reducción de salarios, la destrucción de empleos fijos por contrataciones externas, la falta de aplicación de los convenios colectivos y un sinfín de malas prácticas empresariales que han demostrado que los periodistas aún podían empeorar más sus ya lamentables condiciones de trabajo.