Como es habitual cada jueves, si la agenda lo permite, el primer edil municipal ha llevado a cabo la visita institucional a uno de los barrios de la ciudad. En esta ocasión, el turno ha correspondido a la pequeña barriada de Bobadilla. Acompañado por Eduardo Castillo, concejal de Participación Ciudadana, y por varios técnicos municipales, Paco Cuenca ha mantenido un encuentro con los representantes vecinales de la zona. Durante más de hora y media les ha escuchado atentamente y han recorrido juntos varios lugares, con el objetivo de conocer de primera mano ciertas problemáticas existentes en materia de infraestructuras.
En declaraciones a los medios, el alcalde de Granada ha dicho que la prioridad para él y su equipo de Gobierno es la “accesibilidad” en todos los rincones de la ciudad. De ahí, su interés por ver las recientes obras de eliminación de barreras arquitectónicas ejecutadas en una de las plazas del barrio. Y ha mostrado su total disposición a atender las necesidades que se le planteen. Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Bobadilla, Víctor M. García Muñoz, ha destacado la necesidad de hacer frente al embovedado de la Acequia Gorda. Gran cantidad de lodos y fangos se acumulan en su fondo y causan molestos olores y proliferación de mosquitos y otros insectos, que aminoran el bienestar de los vecinos, sobre todo en época estival. La construcción de una acera en el camino de Purchil es otra demanda importante. Las personas residentes en el denominado Cortijo Caramelo, situado a unos 400 metros del núcleo principal del barrio, deben transitar por esta estrecha carretera si quieren subir en el bus urbano o simplemente ir al supermercado más cercano. Ello les supone un grave peligro, ya que por aquí circulan diariamente cientos de camiones de gran tonelaje, que van hacia una conocida factoría de productos lácteos.
Demandas vecinales
En las inversiones preferentes formuladas por el colectivo vecinal figura la reparación de la calle Hermanos Obreros. La zona de aparcamientos de esta vía se reconvirtió en carril de circulación y se debe proceder a su asfaltado. Gran parte de su deteriorado estado se debe al paso diario de camiones, cargados con arena, para las obras del AVE que ADIF ejecuta en la zona. La parada en este punto se ha prolongado, puesto que Francisco Cuenca ha querido presenciar el estado de tales obras. Incluso, ha tomado varias fotografías del antiguo puente por el que debe pasar el tren y que el Ministerio de Fomento va a mantener en pie, en vez de construir uno nuevo. Junto a este lugar, se erige la azucarera de San Isidro. Ha sido el momento de solicitar, una vez más, la intervención del ayuntamiento para que este enclave, declarado BIC (Bien de Interés Cultural) por la Junta de Andalucía en 2015, no termine derrumbado por el paso del tiempo. El presidente de la asociación de vecinos ha planteado al alcalde la necesidad de su recuperación como punto de encuentro cultural, de cara al proyecto Granada, Ciudad de la Cultura 2031.
Sin duda, la cita en la barriada de Bobadilla ha sido muy bien aprovechada. Los vecinos son conscientes de que la mayor parte de sus peticiones tienen difícil solución; por un lado, dado su elevado coste, y por otra parte, por ser varias las administraciones públicas implicadas en ello. En el caso de la Acequia Gorda, la titularidad es de la Comunidad de Regantes, el camino de Purchil corresponde a la Diputación y el complejo fabril de San Isidro pertenece a una entidad bancaria. Ahora sólo queda esperar que a la buena voluntad del regidor municipal y a su buena capacidad negociadora con las autoridades competentes en cada caso, se una la aprobación de los presupuestos del consistorio, que a día de hoy siguen estando prorrogados. Y mientras tal situación no cambie, las históricas demandas vecinales de Bobadilla seguirán sin ser solventadas. Aunque con la esperanza de que no se conviertan en fruto del olvido.
