El foro de encuentro ha tenido lugar los días 13 y 14 de octubre en el colegio oficial de arquitectos de Granada. Bajo el extenso título ‘San Isidro. Fábrica abierta. Bases para la recuperación de un ámbito industrial abandonado’ los eruditos en este tema han expuesto sus argumentos para recuperar el espacio fabril situado en la barriada granadina de Bobadilla. Las pretensiones son las de convertirlo en un espacio para la cultura, la formación y el ocio; que sea un lugar para vivir y trabajar; en definitiva, un sitio nuevo y alternativo que sirva de nexo de unión entre la ciudad y su vega.
El antiguo complejo industrial de Bobadilla dejó de funcionar como tal en los años 80. En la actualidad, se encuentra en un lamentable estado de abandono. Como resultado de embargo a un holding empresarial, su propietario es ahora Banco Popular Español, S.A. Un primer paso para su recuperación y para evitar la especulación urbanística fue su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en 2014. Así, forma parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz y es objeto de máxima protección en amparo del Decreto 431/2015, que lo califica como “lugar de interés industrial”, dada su significación histórica, arquitectónica y monumental. Es un hito paisajístico compuesto por tres fábricas, el ingenio azucarero de San Juan (1881), que fue el primero de España, el ingenio azucarero de San Isidro (1901) y la alcoholera. Además, también se conservan la vivienda donde residía el director, la capilla y varios edificios dedicados a almacenamiento. Todo ello enclavado en unos terrenos con aproximadamente 100.000 metros cuadrados de extensión.
Imagen aérea del complejo de la Azucarera San Isidro en Bobadilla./Colegio Arquitectos Granada.
Experiencias de recuperación
Los diferentes conferenciantes han demostrado que es posible la puesta en valor del patrimonio industrial. Han presentado experiencias de recuperación de entornos industriales abandonados. Han compartido con los presentes las actuaciones llevadas a cabo en enclaves casi olvidados, que han sido restaurados y devueltos a la ciudadanía para su disfrute: las fábricas del barrio de San Martí, Can Ricart y Can Batlló en Barcelona, algunas cuencas mineras de Alemania y Austria, el antiguo matadero de Madrid, la harinera de San José en Zaragoza y los patios de Toledo. Todos ellos son magníficos ejemplos de transformación a través de iniciativas públicas, privadas o de gestión mixta. Lugares casi ruinosos que hoy día se han convertido en espacios públicos de uso cultural, como bibliotecas, centros cívicos, locales de ensayo, salas de exposiciones y de conciertos, escuelas, espacios compartidos para el co-working o simplemente en lugares de interés turístico que merecen una visita.
La BEAU también ha contado con una mesa institucional. El vicerrector de la Universidad de Granada, Enrique Herrera, con miras a la capitalidad cultural de Granada en el año 2031, ha hablado de la posibilidad de implicación en proyectos universitarios, mediante grupos de investigación y multidisciplinares de trabajo; en representación de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Antonio M. Montufo Martín, ha resaltado la importancia de conservar este paraje y ha incidido en la necesaria búsqueda de sistemas alternativos a los fondos públicos como modo de financiación. El edil de Urbanismo y Medio Ambiente, Miguel A. Fernández Madrid, también ha señalado la falta de recursos económicos municipales y ha mostrado el interés del Ayuntamiento por este entorno. Así, ha comunicado a los asistentes que recientemente el área que preside ha diligenciado expediente sancionador contra el actual propietario de la fábrica de San Isidro (Banco Popular Español, S.A.) por actuaciones ilegales en la misma; concretamente por “la demolición de la losa de hormigón que hacía de pasarela de carga y el corte o seccionamiento de los pilares de apoyo del horno metálico” lo que se ha ejecutado sin la preceptiva licencia urbanística municipal y le ha supuesto una multa de 63.000 euros.
Interior de la nave principal de producción./Fernando Alda.
Usos culturales
En el turno del coloquio, cabe destacar la intervención del presidente de la asociación de vecinos del barrio de Bobadilla, Víctor M. García Muñoz, quien en nombre del colectivo apoya el proyecto enfocado a los usos culturales de la antigua azucarera y manifiesta su desacuerdo con la construcción de viviendas, puesto que éste debe ser un lugar de abrazo entre la vega y Granada, libre de nuevas edificaciones. Dice que aquí tienen cabida, por ejemplo, huertos de ocio, aulas de interpretación de la agricultura y zonas para el comercio justo. Muy positiva ve la posible construcción de un parque periurbano, siendo posible una franja sobre el soterramiento de las líneas férreas convencionales y el AVE, desde su paso bajo la A-44 hasta la estación de la avenida de Andaluces.
Mientras unos y otros debaten sobre la viabilidad de inversión económica en el complejo industrial de San Isidro, el codirector de la bienal, Juan Domingo Santos, es el mejor testigo del deterioro de este paraje derivado del paso del tiempo, puesto que su estudio de arquitectura se halla en la torre de la vieja alcoholera desde hace ya varios años.
