Susana Vega Torres, Fiscal Delegada de Violencia de Género de Granada, ha participado en el cuarto Encuentro Chana Press en el que explicó a sus colaboradores y colaboradoras las actuaciones llevadas a cabo conforme a la Ley Integral sobre los delitos de violencia de género. Experta en esta materia, Vega se incorporó a la Fiscalía de Granada en 2005 y desde ese momento su compromiso con las mujeres maltratadas es patente. “Tenemos una Ley muy progresista” asegura mientras alerta de que la media de edad entre los maltratadores está bajando.
–La Ley lleva 10 años en marcha ¿Qué tiempo necesita una ley para saber si es verdaderamente efectiva?
-Nunca se sabe si va a ser efectiva o no. Lo único que se sabe es que es una ley muy progresista en el sentido de que no había otra como esta y sí mucho empeño en sacarla para regular la Violencia de Género. La gente pensaba que el Juzgado de esa sección iba a durar muy poco y se ha visto que no, que quizás, hay que insistir más e incluso este año se han introducido aspectos nuevos en materia de Violencia de Género en el Código Penal . Esto pone de manifiesto que no ha fracasado, ni se ha derogado, si no que sigue en vigor.
–¿Qué valoración hace usted de la década que lleva en vigor y qué aspectos podrían mejorarse?
-Esta Ley es integral no es una ley penal. Lo que más se atiende siempre en todas las leyes es el aspecto penal de reprimir la conducta , aumentar las penas… Yo creo que se tendría que incidir más en otros aspectos, sobre todo en el educativo. Siempre se ha pensado que la violencia de género se da en gente mayor, con otra cultura, con ideas machistas y no es así. Yo realizo la memoria todos los años y cada vez con más incidencia, se ve que la media de edad está bajando entre los jóvenes.
-¿Qué motivo puede haber para que haya más violencia de género entre los jóvenes?
-No sabría decir los motivos pero, ciertamente, quizás por lo que ven en los medios de comunicación, en sus casas, en el colegio, por cómo se relacionan entre ellos .Todos nos lo preguntamos. Quizás, el fundamento de la gente mayor lo veíamos, yo siempre me retrotraigo a la legislación que había antes de la Constitución en la que se le daba toda la potestad al varón que estaba amparado por la sociedad. Entonces, cambiar el roll era más difícil. Pero ahora que nacen en una sociedad donde está el principio de igualdad, hay una Constitución, una democracia donde las mujeres se suponen que son libres y tienen las mismas posibilidades de acceder a todo, resulta extraño que desde jóvenes se siga manteniendo, ya no la desigualdad sino ese aspecto machista de celos y de posesión que sigue habiendo en los jóvenes hacia la mujer.
-¿Qué lugar ocupa España con respecto a Europa y otros países en violencia de género?
– España en el número de muertos no está el primero. Países como Alemania o Finlandia tienen un número de víctimas mortales más alto. En violencia de género, en general, España no está por debajo.
-¿Hay más víctimas ahora que en los años 50?
-En los años 50 ni se sabía las victimas que había, siempre se ocultaba. Hasta hace poco, muchas mujeres maltratadas le decían al médico que se habían caído.
-Cuándo hablamos de violencia hacia la mujer, ¿Nos referimos sólo al maltrato en la pareja o el abanico es más amplio?
La violencia de género que está regulada por la Ley Integral tiene que ser del sujeto activo, de la pareja, ex-pareja, pareja de hecho o matrimonial de la mujer, no hay otro tipo. Otra cosa es la conducta en la que se pueda materializar esa violencia, puede ser física, psíquica, sexual, económica… Pero siempre el sujeto pasivo es una mujer y el sujeto activo hombre que sea su pareja.
Susana Vega contestó amablemente las preguntas de todos los colaboradores y colaboradoras de Chana Press./Chana Press.
Nuevas tecnologías
-¿Se ha reducido o ha aumentado la violencia de género con las nuevas tecnologías?
-No se ha reducido, es que hay una nueva violencia de género a través de las nuevas tecnologías que antes no había, han proporcionado otro instrumento al maltratador para causar ese tipo de violencia que normalmente es psicológica. En la nueva reforma de julio de 2015 se ha introducido un nuevo artículo que es el delito de acoso.
-Cuando llegan denuncias de violencia de género sobre acoso en redes sociales. ¿Se corresponden con edades más jóvenes?
-Yo creo que las redes sociales las utiliza ya todo el mundo. Quizás no en personas de edad avanzada pero de mediana edad sí hay. Especialmente, en las separaciones donde hay hijos a través de las redes sociales se hacen daño. Hemos pasado de una tendencia al intimismo a un momento en el que se expone todo en redes sociales.
-¿Qué tipo de ayuda se le ofrece a las mujeres maltratadas?
-Hay una renta de inserción activa que la mujer que tenga una sentencia de violencia de género o una orden de protección a su favor puede solicitar a través del servicio de asistencia a las víctimas y se les gestiona. Y cuando se le concede, se comprueba que esa persona no vuelva con el maltratador y si es así se le quita la ayuda. La Ley Integral ha previsto muchas medidas acreditando ser víctima de violencia de género, recursos de carácter asistencial, psicológico, social y laboral.
-¿Qué papel juegan los medios de comunicación?
-Hay un convenio y un protocolo de actuación con la prensa además de una circular donde nosotros estamos relativamente obligados a dar información como creamos conveniente. Pero a la prensa le pasa lo que la misma sociedad y se pregunta si no dar noticias está bien porque la opinión pública debe conocer lo que ocurre. Pero, por otro lado, se cuestiona si al hacer públicos estos casos se genera un efecto multiplicador. Hay maltratadores que amenazan a sus parejas con salir en los periódicos como víctimas mortales. A mí me preguntan los periodistas si prefiero que se den estas noticias o no y la decisión es difícil. Donde yo haría hincapié es en dar más protagonismo a las víctimas, especialmente cuando se dictan las sentencias y se condena al maltratador.
-¿Hay alguna ley que proteja a los niños, porque son víctimas desde el momento en que sus madres son víctimas?
-En la actualidad hay una ley que ha entrado en vigor que es el Estatuto de las Víctimas dentro de la cual se le da mucho protagonismo a los menores.
–El peor año fue el 2008, con 72 muertes ¿Puede influir que fue tiempo de crisis?
-Yo no creo que influya tanto ese factor de la crisis. Las muertes tienen muchísimas causas muy difíciles de solucionar. Nosotros nos hemos dado cuenta, por las estadísticas, que en la mayoría de las muertes no hay denuncias previas, no es el típico maltratador habitual que al final la mata. Influyen muchísimos factores.
-Hay una polémica derivada de la crisis económica y de los recortes de presupuestos en muchos ministerios y uno de ellos son las ayudas dirigidas a las órdenes de protección, seguimientos etc. ¿Ha incidido mucho estos recortes y si ha sido así, qué conlleva?
-Yo estoy solamente en la jurisdicción penal, se le tendría que preguntar a los centros de atención a la mujer que son los que realmente han sufrido los recortes. No sé las consecuencias. Sí que es verdad que la Policía y la Guardia Civil que se dedican al seguimiento de las victimas están saturadísimas. Pero en algunas cuestiones fundamentales no habido recortes.
-¿Hay un perfil distinto entre el maltratador en un medio rural y el maltratador en un medio urbano?
-Es una pregunta difícil. Quizás en un medio rural, el aislamiento y la cultura son distintos pero, normalmente, el perfil de un maltratador es siempre el mismo, una persona celosa, dominante, violenta, acostumbrada a que se haga lo que él diga y con algún tipo de adicción.
-En los juicios, cuando se tiene que llevar testigos ¿hay alguna diferencia respecto a antes de la Ley Integral, la ciudadanía está más concienciada cuando tiene que ir a declarar (vecino, familia…)?
-Antes de la Ley, e incluso ya publicada, la mayoría de la sociedad pensaba que la violencia de género era un tema privado, íntimo y los problemas que había en el matrimonio no le incumbía a nadie. De hecho, el propio maltratador decía “tú no te metas en esto que no tienes nada que ver, es entre ella y yo”. La sociedad estaba acostumbrada a eso. A través de los medios de comunicación, de la asistencia y la educación se ha notado un cambio. Ahora no solamente la gente está dispuesta a declarar, sino que tú vas por la calle y ves que un hombre está pegando a una mujer y llamas al 112 y antes no. Sí se ha cambiado.
-Cuando se produce un delito de violencia de género y hay niños afectados ¿Cómo se valora la custodia de los niños?
-En la Ley Integral está vetada la custodia compartida con lo cual, cuando hay violencia de género, también está vetada dar la custodia al padre. Hay que distinguir cuando se trata de un maltrato ocasional a cuando existe un maltrato habitual y si esos niños han sufrido la violencia directamente o de forma secundaria. Entonces se tiene en cuenta las visitas del padre o progenitor.
-¿Se detectan casos de denuncias falsas?
-Como en todo hay y habrá, pero no en el porcentaje que la gente se piensa. El hecho de que una mujer no quiera denunciar o mienta y asegure que no le están pegando no significa que, si pone la denuncia y luego la quita, sea denuncia falsa. Detrás de esos perdones, de esa retirada, hay otras circunstancias como el miedo, la presión familiar, la dependencia económica, la dependencia emocional… Una mujer que lleva mucho tiempo maltratada tiene la autoestima por los suelos y cuando va a declarar puede titubear. No se puede confundir. Se puede dar alguna denuncia falsa cuando hay en juego asuntos económicos, alguna separación conflictiva, y se busca otro fin. Lo que no sabe la gente es que la mayoría de las víctimas no quieren ninguna revancha ni buscan el mal para su maltratador, lo que quieren es que se olviden de ellas y que las dejen en paz.
