“Mucha de la prepotencia del ser humano se nos acabaría con una noche de observación astronómica nocturna porque nos daríamos cuenta de lo pequeños que somos” asegura Pepa Masegosa

La astrónoma almeriense, afincada en Granada, considera que la situación de la ciencia es lamentable por falta de fondos. “Aquí el que tiene dinero, se lo lleva a Panamá en vez de crear una fundación como en otros países”
Puri Nieto - 24/04/2016

Pepa Masegosa (en el centro) junto a las colaboradoras y colaboradores de Chana Press./Chana Press.

Josefa Masegosa nació en Oria (Almería) y confiesa que su vocación por la astronomía no fue temprana. Un Máster en el Reino Unido, tras finalizar su carrera de Ciencias Físicas en la Universidad de Granada le marcó el camino hacia las estrellas. Ligada laboralmente al Instituto de Astronomía de Andalucía, reivindica el papel de las mujeres astrónomas en la historia cuyos descubrimientos han entrado a formar parte del palmarés de esta disciplina escondidos bajo el nombre de hombres con los que han desarrollado sus investigaciones. Una parte de su tiempo la ha dedicado a recopilar los nombres de estas mujeres olvidadas, tan grandes como las estrellas cuyas evoluciones han estudiado y tan brillantes como las explosiones de las supernovas. Pepa Masegosa, como prefiere que le llamen, compartió con los colaboradores y las colaboradoras de Chana Press el encuentro correspondiente al mes de abril sin escatimar críticas a los recortes presupuestarios que han sumido a la ciencia en un agujero negro.

-¿Qué le indujo a ser astrónoma?

-No puedo decir que desde pequeña quisiera ser astrónoma. Me licencié en Ciencias Físicas en la Universidad de Granda y tuve la suerte de irme al Reino Unido a cursar un Master. Fue ahí, realmente, donde decidí dedicarme a la astronomía. Todas las civilizaciones han mirado siempre al firmamento y todas las culturas han tenido siempre curiosidad por saber qué hay más allá de lo que percibimos con la simple observación. Yo, como cualquiera de nosotros, también miraba a las estrellas y mi curiosidad me empujó a saber más de ellas.

-¿Qué son las galaxias?

-Son una suma de estrellas y su estudio se intensifica en los años sesenta. A través de mediciones de luz, obtenemos muchos datos sobre ellas. Sabemos que son enormes masas de gas con grandes reacciones nucleares en su interior. Cuando van a morir, explotan y todos hemos escuchado alguna vez que ha explotado una supernova. Yo sólo lo he visto una vez en mi vida, y es un espectáculo fantástico.

-¿Cuándo va a morir el sol?

-Todos los astros en el universo se mueren y el sol también lo hará, al igual que todos nosotros porque todo lo que nace, también empieza a morir desde ese mismo momento. En concreto, el sol es una estrella con poca masa, y tardará en morir, pero ninguno de nosotros lo veremos. Podría decirse que el sol, en este momento, está en una edad adulta.

Poca divulgación

Dibujo de Pepa Masegosa realizado por Josefa Romero.

Dibujo de Pepa Masegosa realizado por Josefa Romero.

-Las predicciones de los horóscopos ¿tienen alguna base científica?

-No, ninguna. No tenemos ninguna evidencia científica de que los astros puedan influir en nuestras vidas. Con la observación, que es lo que hacemos los astrónomos, hemos podido determinar que las distancias entre estrellas son enormes por lo que es imposible que unas influyan en otras, y mucho menos en nosotros. Son divertidos y a veces hasta coinciden con acontecimientos que ocurren en ese momento en nuestras vidas, pero es simple casualidad porque no hay ninguna base científica para ello.

-Y entonces, ¿por qué se les da tanta importancia?

-Por desconocimiento y la escasa divulgación en los medios de comunicación. En la televisión, que es el medio más visto, los programas de divulgación científica son casi inexistentes. Es necesario que se realicen más programas de ciencia porque deberían formar parte de la educación de los más jóvenes. La experiencia más grande de divulgación, el programa Cosmos de Carl Sagan, fue un ejemplo de cómo la astronomía puede presentarse como un espacio divulgativo de interés, pero los que nos dedicamos a ello estamos convencidos de que en España se lleva hasta el último extremo eso dicho de “que inventen ellos”. Y ahora sería muy fácil hacerlo porque las nuevas tecnologías y las aplicaciones informáticas ofrecen muchas posibilidades para ofrecer simulaciones realizadas con ordenador muy atractivas.

-¿Cuánto de romántico tienen las sesiones nocturnas de observación astronómica?

-Poco, cuando te dedicas profesionalmente a ello. Una cosa es vivir una experiencia aislada, que puede ser romántica y atractiva, y otra cosa es pasarte noches completas, con mucho frío, en ocasiones, observando a través de un telescopio. Entonces, deja de ser romántico. Lo que sí creo es que mucha de la prepotencia del ser humano se acabaría si se sometiera a una noche de observación astronómica nocturna porque nos daríamos cuenta de lo pequeños que somos.

Escasos fondos

-¿Han notado los recortes de los últimos años?

-Es intolerable y lamentable la situación que estamos viviendo. Hace unos años, vivimos un momento en el que parecía que España podía coger el tren, pero la financiación se ha reducido en un 60% y estamos perdiendo mucho porque todo el esfuerzo que se realizó invirtiendo en las tesis doctorales de muchos jóvenes investigadores se está perdiendo porque han ido abandonando. Desde 2008, en mi grupo de investigación, he perdido a siete personas. Se está notando, especialmente, entre las mujeres porque la crisis nos castiga más a nosotras. En este momento, la edad media del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es de 53 años, lo que supone que si las autoridades no reaccionan, en quince años tendrá que cerrar porque se habrán jubilado todos y no habrá recambio. La situación es de verdadera alarma.

-¿Cómo puede revertirse esta situación?

Pepa Masegosa en un momento de la entrevista con Chana Press./Chana Press.

Pepa Masegosa en un momento de la entrevista con Chana Press./Chana Press.

-Se está promocionando el turismo astronómico en zonas con telescopios pequeños o medianos para financiar la compra de telescopios más grandes. Esto está ocurriendo en el Pic du Midi (Pirineos) donde se ha instalado una gran hamburguesería para obtener fondos y comprar otro telescopio. Esta ha sido una forma de mantener los telescopios pequeños donde los astrónomos amateur realizan investigaciones que están suponiendo grandes contribuciones científicas.

-¿Qué modelos han adoptado otros países?

-En otros lugares se cuenta con la iniciativa privada y desde fundaciones se colabora en el mantenimiento de proyectos científicos. Pero aquí, a nadie se le ocurre abrir una fundación, a pesar de que desgrava, y el dinero prefieren llevárselo a Panamá.

Mujeres astrónomas

– ¿Están reconocidas las mujeres en la investigación?

 Lamentablemente no, estamos luchando por ello. Cuando la mujer hace un descubrimiento se lo adjudican a un científico para que sea este quien lo firme,

Esto en este siglo cuesta trabajo de entender, pero la realidad es esta. Uno de los casos más llamativos fue el del astrónomo estadounidense Edward Charles Pickering que, gracias a los fondos obtenidos de  la fundación Henry Draper Memorial, realizó en 1890 el primer catálogo con más de 10.000 estrellas clasificadas según su espectro que constituye la base del sistema utilizado en la actualidad. Para ello contrató a un buen número de mujeres calculadoras especializadas en este tema quienes fueron las que, realmente, realizaron los mayores descubrimientos y aportaciones astronómicas. Estas mujeres cobraron salarios de trabajadores no cualificados y sus nombres fueron silenciados. Tenemos también el ejemplo de Antonia Maury, que trabajó en este grupo de mujeres calculadoras de Pikering y tuvo que abandonar el grupo por las grandes discrepancias con él en cuanto a la metodología empleada para algunas mediciones. Ella estableció el sistema de evolución estelar y sus resultados fueron utilizados por los astrónomos Ejnar Hertzprung y Henry Norris Russell que dieron nombre al Diagrama de Hertzprung-Rusell, en el que se obvió cualquier mención a la precursora de esta teoría.

-¿Continúa esta discriminación hoy entre las científicas?

-Desgraciadamente sí. En algunos países, la conciliación es imposible y en algunos experimentos llevados a cabo en ciertas universidades se ha demostrado que una mujer, para llegar a ser catedrática, necesita presentar un currículum con méritos superiores en 2,5 veces más un varón.

 

 

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