El Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) solicita a las Fuerzas de Seguridad del Estado que garanticen el derecho al trabajo de los profesionales de la información tan celosamente como demuestran en otras ocasiones cuando disponen cordones de seguridad para salvaguardar la integridad física de algunas personalidades que en los últimos meses acuden a sede judicial para declarar sobre asuntos de distinto calado. Esta actuación evitaría situaciones como las vividas ayer por la mañana en la Audiencia Provincial de Huelva donde un operador de cámara de Televisión Española, Rafael López, resultó herido tras ser agredido por los familiares de Anselmo Sevillano, quien iba a ser juzgado por narcotráfico.

Hechos como este ponen de manifiesto el riesgo que corren los periodistas para realizar su trabajo con rigor y el desamparo en el que se encuentran cuando por parte de los responsables de garantizar el ejercicio de su actividad se actúa negligentemente. Los profesionales de los medios de comunicación cumplen una función social y del buen desarrollo de su trabajo depende el derecho de la ciudadanía a recibir una información veraz, honesta y contrastada. Pero esta labor necesita que otros colectivos cumplan también con los principios básicos de su profesión entre los que se encuentra garantizar la seguridad de los informadores.

Los hechos ocurrieron ayer por la mañana cuando el presunto narcotraficante descendía del furgón policial que le conducía desde la prisión provincial a la Audiencia, momento en el que algunos de sus familiares trataron de impedir que se tomasen imágenes del detenido. Para ello taparon los objetivos de las cámaras, amenazaron a los periodistas y agredieron a Rafael López, que tuvo que ser atendido posteriormente al resultar lesionado en los tendones de un pie por lo que ha tenido que ser escayolado, al margen de los golpes recibidos en distintas partes de su cuerpo.

El Sindicato de Periodistas de Andalucía denuncia estos hechos y condena la impasibilidad de los agentes del orden que asistieron a la escena sin intervenir ni proteger al operador de cámara ni al resto de profesionales que se encontraban cubriendo la noticia.