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Ignacio Henares Civantos
Nacido en La Chana el día que murió Marilyn Monroe.
La Chana desde mi ventana

Quien te puso bulevar no supo ponerte nombre

Ensombrecido por el gran asunto urbanístico que vive La Chana en torno al soterramiento del AVE, (que afortunadamente y gracias a la perseverancia y tenacidad de un puñado de hombres y mujeres ha ido calando ya en muchos otros ámbitos de toda Granada para convertirlo en un “debate de ciudad”), languidece el ‘Bulevar’, triste y desolado, esperando a ver si con el empuje de la convocatoria de unas nuevas elecciones se escapa una urgencia para adecentarlo.Este espacio público fue concebido como un lugar de transición entre varias urbanizaciones chaneras  de la Antigua Carretera de Málaga y las vías ferroviarias, un lugar de relax, de paseo y esparcimiento dada su situación próxima a la zona más densa en población y más necesitada de equipamientos públicos de todo el barrio. Pero el mal llamado bulevar de la Chana  ha quedado relegado hoy a un lugar desangelado, un mamotreto de cemento, una calle sin terminar cuyo remate espera el sueño de los justos y cuyas funciones sociales se han reducido a poco más que servir de espacio de desahogo para albergar “el mercadillo” de los miércoles y las “fiestas del barrio”.

Bulevar de la Chana, de las Perlas, de las Torres… quién te puso bulevar no supo ponerte nombre. La palabra bulevar se utiliza para denominar  a avenidas anchas y arboladas, que en origen eran vías de comunicación, basada en antiguas defensas o murallas urbanas. Por lo general eran importantes, con amplias áreas peatonales en sus laterales y permitían bordear una ciudad (ese parece ser el origen etimológico del término boulevard francés que proviene del holandés bolwerk, que se traduce como ‘bastión’, ‘baluarte’, ‘defensa’).

El paradigma de los bulevares lo encontramos en la ciudad de París,  muchos de ellos fruto de las intervenciones urbanísticas del siglo XIX. En el urbanismo moderno y actual, los bulevares son una vía vertebradora de la ciudad que surgen como prolongación de los existentes o como nuevos trazados siendo muchas ciudades atravesadas totalmente por ellos convirtiéndose en los transitados accesos y salidas de las grandes urbes. Encontrar un parecido de los bulevares parisinos,  o con la adaptación de ese modelo en nuestro país en ciudades como Madrid o Barcelona,

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  • Imagen actual del bulevar de la Chana

con el bulevar chanero sería cuestión de Cuarto Milenio, un expediente X, pues no hay ninguna similitud ni en el concepto ni en la conformación de este espacio público.

El ‘Bulevar de La Chana’ pide a gritos una dignificación, una cualificación de este lugar que podría y debería convertirse en la Gran Plaza Rectangular, el gran espacio público, multifuncional de la Chana. Un espacio público que tiene vocación para ser “multiusos” por su

ubicación, sus espectaculares vistas de la ciudad, de la Alhambra, su privilegiada y amplia perspectiva de la Sierra, su proximidad a la Vega… Con una dotación adecuada de vegetación y mobiliario bastaría para convertirlo en un lugar simbólico, un referente urbano. Con esos cambios merecería ya rebautizarlo como Bulevar Jesús Arias a la memoria de este “ilustre chanero” y consagrarlo como el lugar de convivencia multiétnica, intercultural e intergeneracional que tanto necesita La Chana, Granada y el mundo.

No sería la primera vez que se produce una conversión, una transformación de la idea y la función de un espacio público en La Chana.  Muchos de sus habitantes no sabrán que la conocida como Circunvalación de la Encina, tiene dicha denominación porque en algún plan urbanístico de mediados del siglo pasado, que no sería premiado por su visión estratégica,  se preveía dicha Avenida como un vial periférico de la capital granadina, una especie de límite urbano. (Igual suerte corrió la homóloga del Zaidín). Sin embargo, esta ‘Circunvalación’ se convirtió ya en los ochenta en  un parque lineal con diferentes usos por la población del barrio (juegos infantiles, deportes, paseo) entre los que destaca simplemente tomar el sol, o el fresco según la época. Poca gente tampoco sabrá, o se acordará, que la instalación de la fuente ornamental que tiene en el centro fue objeto de cierta polémica cuando algún grupo de la entonces oposición se quejó al alcalde Antonio Jara de que era “un dispendio innecesario para un lugar como ese en un excéntrico barrio”. Y es que algunos nunca nos han entendido ni nos han querido a los de este modesto pero orgulloso barrio granadino.