La Biblioteca de Andalucía fue el escenario escogido ayer por el Ateneo de Granada para organizar una mesa redonda sobre la llegada a Granada del AVE en la que participaron Antonio Campos Quijada (empresario de Loja y representante de la plataforma “AVE sí, pero no así”), José Fernández Ocaña (presidente de la asociación de vecinos de la Chana) y Javier Alonso Magaz (doctor en Geografía e Historia y presidente de la Asociación Vega Educa). El acto fue moderado por Juan Raya, miembro del Ateneo de Granada. En poco más de una hora, todos ellos argumentaron numerosas y diversas razones para reclamar el soterramiento de las vías del tren a su llegada a la ciudad de Granada. Coincidieron en señalar que no quieren paralizar las obras del AVE, tan sólo desean que éste llegue en las condiciones adecuadas y dignas que se merece esta ciudad del siglo XXI, que va a ser la capital cultural europea en el año 2031. Reivindicaron que los representantes políticos, a nivel nacional y local, den cumplimiento a las cláusulas estipuladas en el protocolo firmado en 2008 entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Granada. La ruptura del citado pacto se produjo en 2011, fecha en que, alegando motivos económicos derivados de la crisis, se comunicó que provisionalmente el AVE llegará a Granada en superficie y el soterramiento debe esperar a una segunda fase. Además, manifestaron su malestar por la interrupción del tráfico ferroviario, hecho que en principio ni siquiera estaba previsto y que dura ya más de un año, ocasionando graves perjuicios económicos a la ciudad en su conjunto.
El debate sobre el soterramiento del AVE fue ilustrado con proyecciones de algunas zonas afectadas y movilizaciones vecinales./ Josefa Romero.
Vías del siglo XIX
Antonio Campos Quijada lamentó que “el tren de alta velocidad tenga que circular por un trazado de vía del siglo XIX” y señaló que los ciudadanos de Loja defienden la variante Sur y una nueva estación para su pueblo, que fue lo proyectado y acordado en un principio. Recordó que allí las obras continúan paralizadas, como consecuencia de los acuíferos sulfurosos encontrados. Por su parte, José Fernández Ocaña indicó que “los vecinos de su barrio están protagonizando una lucha muy ardua y demasiado larga ya en el tiempo” y se mostró bastante agradecido de que cada vez sea mayor el número de colectivos y personas que se unen a la Marea Amarilla, conscientes de que éste es un proyecto integrador para la ciudad y señaló que “se trata de un momento histórico para que todos los habitantes de Granada nos unamos y luchemos por la ciudad”. Finalmente, Javier Alonso Magaz apostó por la conservación de la vega granadina, por ser uno de los tres pilares sustentadores de la ciudad, junto a la sierra y la Alhambra. Mostró su oposición a la construcción de muros de hormigón, diciendo “que en esta época lo lógico es derribarlos, ya que históricamente sólo han servido para separar a las personas allá donde han existido”. Habló de la necesidad de racionalizar el gasto público y afirmó que es posible el ahorro de 140 millones de euros en las obras del AVE, si primero se hace sólo en trinchera y finalmente las vías del tren se soterran. Desde su asociación se impulsa la creación de un “corredor verde”, que posibilite la movilidad en Granada y piden a todos los grupos políticos su apoyo, puesto que “la ciudad debe ser para los ciudadanos, que son quienes la habitan”.
Nuevas movilizaciones
Antes de finalizar este acto del Ateneo de Granada, que forma parte de un ciclo denominado Ciudad y Medio Ambiente, los tres ponentes recordaron al público presente las próximas movilizaciones de la plataforma Marea Amarilla: el 21 de abril a las 19.00 horas está autorizada una manifestación, que recorrerá el centro de la ciudad y el 22 de abril por la mañana, más de 2.000 escolares realizarán una marcha en bicicleta por las calles de Granada.
En el turno de palabra concedido a los asistentes, hubo quién acusó la falta de representación política en la mesa, que habría sido muy oportuna para explicar la postura de las administraciones públicas ante la llegada del tren en superficie. Por su parte, ni el Ateneo de Granada ni la Marea Amarilla manifestaron tener inconveniente para que se les invite en ocasiones futuras, pero dudaron de que acepten asistir a debates de este tipo, en el que los verdaderos protagonistas son los ciudadanos.
Estamos con vosotros ..ánimo X el bien de Granada y sus barrios