Lleva un año al frente del Centro de Servicios Sociales de la Chana y su balance es bastante positivo, aunque reconoce que es este un trabajo del día a día, donde no se puede bajar la guardia. Maravillas Moral Morillas destaca el sentimiento de barrio de los chaneros y su contribución desinteresada en el buen funcionamiento de las actividades que se desarrollan en sus instalaciones. Comprometida y con muchas ganas de implicarse en mejorar la vida de los vecinos, la nueva responsable de estecentro asegura que, desde un principio, venía a “abrir un nuevo proceso de diálogo en un nuevo escenario”.
-¿Cómo ha sido su llegada al barrio y qué diferencias ha encontrado con el centro de Granada de donde viene?
-Cuando llegas a trabajar a un sitio nuevo es natural que surjan dudas e inquietudes, no sabes cómo vas a encajar. Tienes que empezar por familiarizarte con el entorno y conocer a tus nuevos compañeros. Pero, en este último aspecto he de reconocer que me lo pusieron muy fácil y despejé todas mis dudas. Encontré a gente encantadora, con ganas de trabajar y colaborar en lo que fuera necesario. Respecto a la diferencia con el centro de donde vengo, quizás destacaría la gran participación que he encontrado en esta zona. Hay varios grupos compuestos por usuarios de Servicios Sociales que, de manera desinteresada, se ocupan de distintas áreas y cuando hay que decidir algo en común, trabajan codo con codo para tomar las decisiones adecuadas y llegar a un punto en que la mayoría esté de acuerdo. En el centro de la ciudad es diferente, allí no hay ese sentimiento de pertenencia al barrio. También es cierto que hay más posibilidades de trabajo y es habitual ver a distintas personas compartiendo vivienda y mantener buena relación con los vecinos.
-Durante el tiempo que lleva al frente del Centro de Servicios Sociales de la Chana, ¿cuáles son los principales problemas que ha detectado en el barrio? ¿Cree que hay actividades o servicios que deban reforzarse?
-Siempre hay algún servicio que precisa reforzarse. Hay que tener en cuenta que aquí hay muchos talleres y mucha actividad pero, casi en general, funcionan bastante bien. Yo creo que es el único centro que permanece abierto incluso por las tardes para realizar las distintas actividades que hay. En otros centros esto no es así. Durante el tiempo que llevo aquí he visto algunas cosas que yo cambiaría, por no estar muy de acuerdo con ellas, pero cada persona es un mundo y no todos pensamos igual. Confío en que dialogando, poco a poco se irán solucionando. Una de mis mayores preocupaciones y en la que me implico todo cuanto puedo, es la cantidad de personas que llegan pidiendo toda clase de ayudas al encontrarse en exclusión social. Es un tema muy delicado y quisiera verlo avanzar positivamente. Es una ardua tarea que requiere paciencia. Hablo con todos aquellos colectivos que pienso que pueden aportar algún tipo de ayuda y algo se consigue. El párroco de Santa Micaela y Cáritas, al exponerle algunos de los casos, siempre nos escuchan y cooperan en la medida que pueden al igual que lo hace también el Ayuntamiento. Pero esto es muy complejo, con muchos matices, cada caso es diferente y, además del tiempo que hay que dedicar, hace falta dinero y éste no es fácil de conseguir.
-Estas personas que llegan solicitando ayuda ¿son todas inmigrantes?
-No. Hay familias pertenecientes al barrio que, porque se han quedado en paro u otros problemas personales, se ven en la necesidad de solicitar estas ayudas. Son muchas las historias que aquí se escuchan. Los inmigrantes tienen en, muchos casos, el problema de adaptación, que es un tema que tenemos que tratar resolver, tanto por parte de ellos como nuestra. Hay que conseguir llegar a un entendimiento.
-¿Mantiene contactos con otros colectivos del tejido social de la Chana como asociaciones de vecinos, asociaciones culturales o grupo motor de mujeres?
-Por supuesto, mantengo relación con todos los grupos. Esto es imprescindible para el buen funcionamiento del centro. Además, están siempre dispuestos a colaborar en todo lo que se les propone.
-¿Qué actividades o servicios son los que tienen más aceptación entre los usuarios?
-Las deportivas en sus distintas variedades, las culturales y de entretenimiento. También se da servicios a chavales que precisan de ayuda y apoyo, tanto en sus estudios como en algunas otras cuestiones y necesitan un lugar donde se les atienda, ya que sus padres no pueden ni cultural, ni económicamente.
-¿Con qué equipo de intervención cuenta el Centro de Servicios Sociales de la Chana?
-Es un equipo bastante completo con el que se trata de atender este Centro como se merece. Lo encabezo yo como directora y cuento con dos auxiliares administrativos, un educador social, un educador de niños, una psicóloga, nueve trabajadores sociales, cuatro subalternos, tres monitores de niños, cuatro de mayores, una escuela para adultos con varios profesores y un profesor de inglés. Además, está la Junta de Gobierno que consta de cinco voluntarios y son los que se ocupan de ayudar a los mayores a solucionar los problemas que se les puedan presentar en solicitudes o alguna otra cuestión.
-¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos para este centro?
-Conseguir que funcione cada vez mejor, si es posible. Y lo que es una de mis mayores prioridades, conseguir la máxima ayuda para las familias desfavorecidas, son muchas y las dificultades también.