Hace unos días, las cámaras de seguridad de una gasolinera de Maracena grabaron cómo una persona abandonaba un perro sin importarle las consecuencias que su conducta podría acarrear al animal. La empleada de la estación de servicio no daba crédito cuando comprobó que el perro abandonado se acercaba a cada cliente que llegaba para repostar en busca de un poco de cariño. Junto al resto del personal de la gasolinera, se preocuparon de proporcionar al perro agua y alimento mientras esperaban que la Policía llegara para recoger al can quien, en un descuido, decidió abandonar el lugar antes de que se personaran los agentes.
Horas más tarde, el perro apareció abandonado en la Antigua Carretera de Málaga, cansado, triste y sin aliento. Ante la estampa que presentaba el animal, una joven decidió acogerlo en su casa para prestarle el cariño que su dueño no fue capaz de darle para llevarle al día siguiente a una Protectora de Animales donde le habrán buscado una familia.