Juan Pinilla, cantaor para el siglo XXI

“Eres un lujo pa Grana” fue el piropo que se escuchó como una explosión al ver alejarse con ritmo de faralaes en la chaqueta a Juan Pinilla saliendo del Centro Cívico de La Chana.
Ana María Linares Rivas - 26/10/2015

Alumnos y alumnas del taller de redacción durante la entrevista a Juan Pinilla./Paco Terrón.

Quedaron en el aire los ecos de sus palabras, los antecedentes artísticos, el palo que más le gustaba, su cotidianidad, proyectos y opiniones, después de que la redacción de Chana Press estuviera entrevistando durante una hora, vivida con un suspiro de profunda emoción, a Juan Pinilla.

Juan Pinilla (Huétor Tájar, 1983) es crítico, escritor, investigador, columnista y estudiante de un postgrado en la Universidad de Granada en la que ha estudiado traducción e interpretación; pero hoy es, sobre todo, el ganador de la Lámpara Minera del Festival de Cante de las Minas 2007, el artista nominado para los Grammy Latinos, junto con Paco de Lucía, al que considera su maestro y, además, el primer entrevistado de la redacción de Chanapress.
Antes de empezar, Juan Pinilla nos dice que está encantado de estar en La Chana, muy cerca de donde vivió durante su primer año de estudiante, en Las Perlas.

– ¿Hay antecedentes familiares de flamencos en su familia?

Artísticos sí, pero profesionales no. Mi abuela cantaba muy, muy lindo. Por tanto, lo que retiene la mente: los olores, las sensaciones primeras, los sonidos… están ahí. Además de mi abuela el otro antecedente es mi padre, que ahora que está jubilado viene a mis actuaciones, porque tiene una voz brillante, una sensibilidad y una forma de cantar añejo, antiguo. Antes con poquita voz y con poquitos recursos técnicos se decía mucho más que hoy, con tanta voz, tanta preparación y medios. Yo escuchaba la radio, oía a mi padre cantar y ese ambiente familiar se fue quedando en mi cabeza, aunque ninguno se ha dedicado profesionalmente al cante.

– ¿Qué palo del cante es el que más le gusta?

Depende porque el flamenco abarca un abanico muy amplio y tiene muchos estilos. Las alegrías, las bulerías, los tanguillos de Cádiz, sevillanas y rumbas me agradan como cantos festivos. Los cantes más sentidos, tristes, algunos incluso lúgubres tampoco me desagradan. Por tanto, el estado anímico es importante, pero por cuestiones obvias me siento cómodo con los cantes mineros y en un momento dado con la soleá también.

Juan Pinilla (izquierda) y Fracisco Terrón, secretario del Sindicato de Periodistas en Granada./Chana Press

Juan Pinilla (izquierda) y Francisco Terrón, secretario del Sindicato de Periodistas en Granada./Chana Press

-Por lo que vemos estudia, investiga, viaja… ¿Cómo compagina todo esto con el cante y el tiempo libre?

Yo pensé que si no hacía lo que deseaba joven, ¡cuándo lo iba a hacer! Les cuento, yo era estudiante de traductores, mi primera carrera, y un día uno de mis amigos por estas calles de La Chana me comentó “Juan, apúntate”. Se refería a un concurso con un premio de 150.000 pesetas, yo le insistí en que cantaba por afición… me apuntó; y para mi sorpresa y la de mis padres gané el primer premio ante profesionales. Así, yo, un chaval con veinte años, empece a ser llamado por peñas flamencas. Cuando me preguntaban cuánto cobraba les decía que yo les pagaba por permitirme cantar (risas). Por tanto, hacía mis declaraciones de la renta desde muy jovencito, me costeaba mi piso y mis estudios, lo cual era muy importante para una familia de pocos recursos como la mía. Durante seis años trabajé, haciendo crónicas granadinas en La Opinión de Granada y la Asociación de la Prensa me dio el carnet de periodista. Así aprendí a hacer entrevistas, crónicas, noticias y paralelamente comencé en la radio e incluso hice algún programa de televisión. Es decir, yo he hecho dos carreras paralelas, la carrera universitaria y esta, porque el periodismo para mí es un arte, es literatura, he aprendido mucho de los buenos periodistas, por ejemplo Julio Camba, tanto como de los buenos escritores a los que he leído. En fin, dedico mi tiempo libre a no tener tiempo libre, yo necesito estar constantemente trabajando y duermo muy poco.

El periodismo es un arte 

-¿Cúando ha grabado su último disco?

Considero que no he sacado todavía el disco que quiero sacar. He hecho un homenaje a Blas Infante, Las voces que no callaron, etc. pero son trabajos que considero como maquetas. Alguno ha sido nominado a los Grammy latinos.

– Grandes personajes del flamenco como Curro Albaicín han trabajado con usted. ¿Qué consejos le han dado?

Muchos, muchos. Curro Albaicín me decía “la de palos que te van a dar. Tú tienes que espabilarte y no fiarte tanto de la gente”. Cuando surgía un concierto yo repartía a partes iguales, pero al final era yo el que facturaba. Los buenos maestros me han enseñado orden y disciplina, el flamenco es un don pero detrás hay un trabajo, miles y miles de horas de estudio y disciplina. También me aconsejaron que fuese formal, honesto, que no me engañase a mí mismo para que no engañase a los demás desde el punto de vista artístico.

-Ha llevado el flamenco por medio mundo: Alemania, Irán, Israel, Japón, etc. y ha compartido cartel con grandes artistas ¿Qué anécdotas destacaría?

Muchísimas. Algunas escandalosas porque el mundo del flamenco a veces es casi un manicomio. Al ser gente que apenas tiene cultura, aunque tienen la inmensa cultura que llevan en la sangre, se presta a un montón de anécdotas. Recuerdo a la vuelta de Japón que María la Coneja, granaína a la que le daban mucho miedo los aviones, notó que el avión vibraba y empezó a tocar las castañuelas, la gente empezó a chillar. Se formó un alboroto. Tuvieron que sujetarla y desde entonces tiene prohibido viajar en esa compañía.

Jugar con fuego es un trabajo hecho con Fernando Valverde. En él hay una intención de juntar la poesía con el flamenco ¿Qué futuro tiene el poeta con el cantaor, por ejemplo con Enrique Moratalla, poeta con el que está componiendo?

Esa pregunta está muy relacionada con mi último trabajo. Jugar con fuego ayudó a inaugurar la Poesía de la incertidumbre e incorpora poemas de la Poesía de la experiencia: Luis García Montero, Álvaro Salvador o Javier Egea. Esto fue novedoso y lo nominaron a los Grammy latinos. Con Enrique Moratalla he hecho Manifiesto canción del sur y ahora le hemos puesto música a la poesía de Paco Umbral, Pessoa, Saramago, Machado, Gerado Diego, Groucho Marx, Nietzsche y otros en La voz y la palabra. Creo que el futuro del flamenco se tendrá que agarrar a la poesía.

– ¿Por qué cuando ganó la Lámpara Minera se la dedicó a los obreros que sufren la siniestralidad laboral?

Donde se celebra el festival, La Unión, a finales del siglo XIX se explotó a los mineros con unas condiciones extremas y algunos murieron por explosiones de barrenos. Se ve en las fotos que había niños de apenas catorce años. Así que los cantes mineros nacen en esas condiciones de tragedia. Por tanto, cuando alcé el trofeo dije que esos cantes, la minera, la taranta y la catagenera, se habían originado debido a ese sufrimiento. Yo quería recordarlos ante sus nietos y bisnietos. La gente se emocionó y me abrazó llorando.

– ¿Cómo recibió la noticia de su nominación a los Grammy?

Mis amigos me mandaron un mensaje que decía: “no quisiera estar en la piel de Juan Pinilla compitiendo con Paco de Lucia” y después me llamó la agencia EFE. Nos reconocían un trabajo que aunaba poesía y flamenco. Se lo dieron a Paco de Lucía que para mí es un dios en el mundo del flamenco.

– ¿Qué valora más en su día a día?

El ser mi propio jefe, no tener los horarios marcados por otros. Soy disciplinado pero con una libertad tremenda. También valoro el viaje, no como turista, sino al estilo de Alejandro Dumas; comer con la mano en África, compartir risas en Siria hace unos años… porque me sirve para entenderme a mi mismo.

Un cantaor intelectual

– ¿Se le podría llamar cantaor intelectual?

En este país tenemos a veces problemas con las palabras. Con la palabra intelectual me siento pequeño, lo considero un halago. Soy intelectual en el sentido de que utilizo la voz y la cabeza, más la cabeza. El arte tiene un cincuenta por ciento de don y otro cincuenta de inteligencia y cabeza. En ese sentido reivindico lo intelectual en el cante. Hay cantaores que tienen hasta cinco licenciaturas, La Niña de los Peines era la musa de García Lorca porque la Generación del 27 se acercó mucho al flamenco y podría continuar poniendo ejemplos.

– ¿Dónde nace el flamenco?

Indudablemente en Andalucía, no lo trae nadie. Surge como un crisol de culturas, como el jazz, es fusión de pueblos y culturas en un lugar concreto y solo en ese lugar, en Andalucía, por eso hay que valorarlo tanto y recordar que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

– ¿Creó Camarón una escuela, un estilo, en los ochenta?

Camarón fue un genio, pero no fue un creador porque no hay ningún cante que se lo podamos atribuir a él. Su voz sí era única y fue un dios para los gitanos porque tenía un oído casi absoluto. Sin embargo, la escuela que deja es muy triste y muy pobre, con algunas salvedades. Nietzsche dijo “di tu palabra y rómpete”; eso ocurrió con Camarón.

– Participa en protestas, manifestaciones, desahucios y es activista social ¿Esto le ha perjudicado para su carrera?

En algunas ocasiones sí, pero recuerdo a José Saramago que decía que no se podía dejar de ser elegante en los debates, pero tampoco se podía dejar de decir lo que había que decir. Preveo las consecuencias que puede tener lo que yo digo, pero no lo digo como un acto gratuito de fustigar, sino que espero que lo dicho genere debate, ideas nuevas o contrarias a las mías para llegar a un entendimiento. No tolero el esto es así porque es así.

– ¿Cómo es su rutina diaria?

Valoro mucho el disfrutar de mi gente y diferencio el aspecto artístico del aspecto humano. Viajo mucho y disfruto conociendo gente, pero en lo personal cuesta mantener relaciones estables.

– ¿Complementa el literato al estudioso del cante, el investigador, el traductor y el cantaor?

Sí, disfruto con la ciencia aunque soy un hombre de letras y tengo una visión humanista del mundo que traslado al flamenco. El flamenco es literatura.

– Por último, ¿Podría valorar el proyecto Chana Press?

Me encantaría colaborar mandando algún artículo. Este mundo globalizado en el que pulsando una tecla nos responden del otro extremo está absolutamente desinformado, por tanto que existan herramientas, que se creen redes, que nazcan de los tejidos asociativos de los barrios como es este caso y que ahonden en la cuestión periodística desde abajo, desde lo que les preocupa a los vecinos de los barrios como es La Chana hace que la noticia recaiga en personas completamente independientes. Gente que conoce su barrio, sus necesidades, las prioridades de las personas… Chanapres debería tener larga vida y debería de servir de modelo para que florezcan en Granada capital ideas parecidas. Les animo a que sigan desarrollando esta labor y que sea un portal de referencia para los vecinos. Seguro que su portal se leerá en toda Granada y les servirá a otros periodistas de medios conocidos como herramienta de información, son la materia prima de la información que luego utilizarán periodistas ya que surge de las entrañas del barrio. Por tanto, apoyo y alabo la brillante idea que ha hecho que exista. Así que, ¡larga vida a Chanapress!

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