Pepita, Pepa la montañera, o la Pepa, por algunos de estos nombres, casi todo el mundo, conocía en la Chana a Josefa Megías Soria. Este diminutivo escondía a una gran mujer en todos los aspectos lo que le ha llevado a ser reconocida en la VII Edición de los Premios Juan Cuenca, premios otorgados por el PSOE de Granada y que llevan el nombre del histórico político y sindicalista vinculado al barrio de la Chana. Pepita Megías recibirá el premio a título póstumo, debido a su reciente y repentina desaparición.
Pepita ha sido un ejemplo, un modelo, un referente, de una larga y fecunda trayectoria de trabajo por su barrio, por su ciudad, por la sociedad, con una especialísima sensibilidad con la gente más débil, con los menos favorecidos de la sociedad.
Pepita ha estado implicada en todo el rico movimiento asociativo de la Chana. Desde la asociación de padres de los colegios Santa Micaela y Santa Juliana, entonces no se hacía la distinción de padres y madres, en los años 70, cuando estas asociaciones tenían una dimensión social y política más amplia, hasta su implicación más reciente en Chaboce con el colectivo de mayores del barrio, siempre ha estado comprometida con el progreso de la Chana.
Pepita, una conocida chanera muy querida en el barrio./Chana Press.
Fue una de las impulsoras del Consejo de Salud del barrio, creado cuando se abre en la Chana el primer centro de salud en la carretera antigua de Málaga y luego una de las que más peleó hasta que el nuevo Centro de Salud en la Avenida de la Consolación abrió sus puertas. En la primera Junta Municipal de Distrito fue una de las vocales más activas y desde aquí conectó con todos los colectivos vecinales, jóvenes, mayores, mujeres, culturales…
Fue también parte importante de la directiva de la asociación La Algarabía que durante años fue un elemento dinamizador de la vida cultural del barrio a través de la murga del carnaval, del coro rociero, de la noche de San Juan, los diferentes talleres o las visitas culturales.
Reivindicaciones y batallas
Desde mediados de los 90 comienza su andadura en la Asociación de Vecinos de las Barriadas de la Chana, Encina y Angustias siendo protagonista de las principales reivindicaciones y ‘batallas’ pero nunca buscando el protagonismo personal, del que huía. La asociación de vecinos ha sido el elemento que le ha mantenido unida a un amplio entramado de colectivos, de empresas, de personas… y a la vez ella ha sido el nexo de unión, la puerta por la que han entrado a la asociación de vecinos, y a los otros colectivos a los que pertenecía, de mucha gente de La Chana.
Hay que hacer una referencia especial a su participación en el Grupo Motor de Mujeres de la Chana, uno de los colectivos sociales más dinámicos del barrio, del que ha sido uno de los puntales más activos.
Pepita, una mujer de fuertes convicciones pero de un gran respeto y tolerancia hacia todo el mundo por muy alejados que estuvieran de sus ideas políticas. Sencilla, humilde, constante, incansable. Hablaba poco, aunque muy claro y directo, pero hacía mucho. Era el exponente de lo que ahora se llama escucha activa, cercana, accesible a todo el mundo y llevando la voz, las demandas ciudadanas a través de los cauces de participación ciudadana, y si no los había se abrían.
Pepita (segunda por la izquierda) con sus compañeras del Grupo Motor de Mujeres de la Chana./Grupo Motor.
Su militancia en el PSOE de la Chana hace grande al partido y hace grande la Política, con mayúsculas y es todo un aliciente y una esperanza en la lucha por las causas nobles.
Pepita, un nombre que para los que no la conocieron puede dar lugar a engaño porque tras este diminutivo había una gran mujer, socialista y chanera, con todo el orgullo y la responsabilidad que estas dos palabras supusieron para ella.
Genial el artículo. Gracias a vosotros y sobretodo gracias Pepita